domingo , junio 16 2024

Cuando las máquinas (digitales) nos alcancen

Por Froilán Fernández

DeepMind, una compañía de Google, desarrolló un programa que derrotó al campeón mundial del milenario juego de Go.

En más de una oportunidad hemos recurrido a una definición de inteligencia que puede ser incompleta, pero da una idea de los retos que ha enfrentado la inteligencia artificial desde sus inicios: “La inteligencia se mide al resolver problemas cuando no se tienen todos los datos”.

Hoy vemos como natural que el software Siri de Apple u otro asistente digital “inteligente” nos proporcionen ayuda efectiva por su capacidad de buscar en la web para atender a algunos de nuestros requerimientos. Solamente en la interpretación correcta de nuestras preguntas emitidas de viva voz, ya la inteligencia artificial puede estar orgullosa de los logros alcanzados y esto es lo que permite que los sistemas traductores de Google o de Skype puedan garantizar una traducción casi simultánea.

En lo que se refiere a retos intelectuales de primera importancia, ya IBM había alcanzado dos logros significativos en la confrontación de humanos y máquinas “inteligentes”, es decir provistas con software capaz de analizar situaciones problemáticas, casi del mismo modo que lo haría un humano.

Cierto, IBM usó supercomputadores y un ejército de programadores, pero el resultado fue incontestable: un software que se ejecutó en la computadora Deep Blue derrotó a un campeón mundial de ajedrez, a Gary Kasparov en 1997, y más recientemente, otra supercomputadora de IBM logró algo más asombroso, como la capacidad de análisis y el manejo eficiente del lenguaje natural para ganar a expertos humanos en el enrevesado juego televisivo Jeopardy. Fue tal el avance de IBM entre estos dos triunfos, que ya creó una unidad de Computación Cognitiva para aplicar lo aprendido al campo de la inteligencia de negocios.

Juego milenario

En este contexto, lo que acaba de lograr Google hace algunas semanas representa un salto cuántico, algo que los propios expertos de IA pensaban que era imposible. Su sistema DeepMind le ganó en un torneo de cinco partidas, 4 a 1, al campeón mundial del antiguo juego chino de estrategia, Go.

La diferencia entre el juego de Go y el ajedrez es abismal en lo que se refiere al número de jugadas posibles. Con el ajedrez es posible hacer un inmenso catálogo de jugadas y de partidos entre grandes maestros y en un momento dado del juego, el computador puede analizar el impacto de sus posibles jugadas, y revisar las posibles respuestas de su oponente en pocos milisegundos.

En cambio, con el tradicional juego de Go, que simula la lucha por el territorio entre fichas blancas y negras, el número de jugadas posibles se sale del radio de acción de cualquier super computadora. Según Google, hay más jugadas posibles por analizar en un juego de Go, que átomos en el universo. Además, los diferentes enfoques de la estrategia no pueden codificarse fácilmente como en el ajedrez, donde un vistazo al tablero permite a los oponentes darse una idea de su situación competitiva.

A finales de enero, Google tenía a punto su software AlphaGo, el cual usa un enfoque de redes neuronales; en vez de sólo tratar de determinar las posibles combinaciones del juego, este sistema fue alimentado con jugadas de 30 millones de jugadores profesionales y luego debía aprender por sí solo a crear sus propias estrategias usando ensayo y error, en un proceso conocido como aprendizaje por reforzamiento. Por supuesto que todo este entrenamiento requería una enorme capacidad de cómputo y Google debió llevar su sistema a la nube, identificada como Google Cloud Platform y comenzó a buscar un oponente humano de renombre.

Hagan sus apuestas

La oportunidad le tocó al tres veces ganador del campeonato europeo de Go, Fan Hui. Sorpresivamente, AlphaGo no le ganó, lo revolcó, 5 a 0. Por todas estas razones, toda la comunidad mundial de IA estaba pendiente del inicio del torneo mayor: el enfrentamiento entre AlphaGo y Lee Sedol, un surcoreano campeón mundial de Go. El torneo histórico resultó en un contundente triunfo de Alpha Go 4 a 1, lo que lleva a la inteligencia artificial a un sitial de honor.

Como detalle significativo hay que destacar que Lee Sedol ganó la cuarta partida, lo que reafirma que tal vez haya habilidades humanas que no han podido, hasta ahora, codificarse para uso de una máquina.

Para quienes no conozcan el juego de Go, éste se juega en un tablero 19×19 e intervienen fichas blancas y negras, que se colocan en las intersecciones —324 disponibles— en forma alterna. Si después de una jugada, una piedra está rodeada, en las intersecciones adyacentes, por piedras del color opuesto, entonces es capturada. Después de dos horas de juego, gana el oponente que cubra mayor territorio.

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