Considerado el motor de nuestro organismo, el corazón se encarga de impulsar la sangre que contiene oxígeno y nutrientes a los diferentes órganos y tejidos de nuestro cuerpo. Tal como el motor de un carro, el corazón necesita de cuidado para mantenerse saludable.
Bien vale la pena entonces dedicar atención especial a nuestro corazón y mantener nuestro sistema cardiovascular en estado óptimo:
Disminuye el consumo de sal y azúcar
Esta es una de las recomendaciones más comunes y más importantes cuando se habla del cuidado del corazón. El consumo de sal debe ser el más mínimo posible, porque aumenta la presión arterial, lo que puede llevar a que ocurran infartos. El consumo excesivo de azúcar puede llevar a padecer de obesidad. Nuestros cuerpos no están capacitados para recibir y asimilar excesos de azúcar, por lo que la transforma en grasa.
Evita las grasas de origen animal
Si bien la grasa es importante para el organismo, su consumo debe ser controlado en su cantidad y separando las grasas saludables de las dañinas. La grasa vegetal es mucho más saludable que la proveniente de los animales, por tanto la grasa animal debe evitarse o ser consumida de forma controlada.
Incluye al pescado azul en tu dieta.
La denominación “Pescado Azul” no hace referencia al color del pescado sino a sus facultades nutricionales. Este pescado contiene ácidos grasos Omega 3, los cuales ayudan a prevenir diferentes enfermedades cardiovasculares. El Omega 3 tiene la capacidad de disminuir la coagulación de la sangre y la presión arterial, además de bajar el colesterol. Idealmente se debe consumir este pescado de dos a tres veces por semana como parte de una dieta saludable.
Come más frutas y verduras. Es recomendable comer frutas y verduras a diario. Son una gran fuente de vitaminas y antioxidantes que favorecen el funcionamiento del corazón. La manzana, el tomate y el cambur son algunas de las más recomendadas.
Elimina el tabaco, el alcohol y el estrés. El exceso de alcohol es dañino para el cuerpo humano. Su consumo excesivo puede debilitar al corazón y hacer que disminuya su fuerza de bombeo.
La nicotina y el monóxido de carbono del tabaco o cigarrillo, aumentan la presión sanguínea y disminuyen la cantidad y calidad del oxígeno bombeado al resto del cuerpo a través del corazón.
El estrés es dañino para el corazón en diversas formas. En momentos de estrés es más probable sufrir de ataques cardiovasculares, puesto que aumenta la presión arterial y se acelera el corazón. Además de esto el estrés puede llevar a las personas a tener desórdenes alimenticios o de hábitos de salud. Para evitar esto, el ejercicio es un buen método de relajación para el cuerpo y una forma de liberar el estrés.
Con información de Locatel.