lunes , mayo 20 2024

Hechizos, rituales y encantos al rodar el balón

Por Hans Graf Bogran – @hansgrafbogran

Los jugadores de futbol tienen sus rituales antes, durante y después de cada partido. Al parecer, la victoria no llega con solo jugar bien, hacer el pase correcto o marcar muchos goles, pues se requiere el concurso de fuerzas que superan cualquier planteamiento táctico

Francia siempre quiso ganar su mundial, desde el mismísimo 1930, cuando formó parte del grupo de visionarios quienes promovieron la creación del torneo entre selecciones nacionales, auspiciado por Jules Rimet, francés, oriundo de Thueley. Antes de culminar el siglo 20, en el año de 1998 se jugó el último torneo de esta centuria en suelo galo y fue ahí donde alcanzaron el sueño de levantar la copa. Pero, ¿fue sólo con buen futbol que lograron la hazaña?

El buen juego, la disposición y el orden táctico fueron parte primordial, pero hay quienes dicen que mucho pasó por cábala, suerte y brujería. Antes de cada juego, el defensor de Francia Laurent Blanc se aproximaba al arquero Fabien Barthez y le plantaba un beso en su calva, para desearle suerte en la defensa de su arco e insuflarle poder al equipo. Muchos aseguran que fue este gesto el que hizo del golero un muro infranqueable a lo largo del torneo y es que Fabien fue un portero incidental, pues no era, ni por cerca, el titular de la selección anfitriona antes de comenzar la competencia. Francia realizó un torneo brillante y fue campeona en su mundial al derrotar 3-0 a Brasil en la final.

Entre los que siguen rituales, todos recordarán el corte de pelo mágico (y por demás horrible) que se hizo Ronaldo en el Mundial del 2002, competencia que finalmente ganó Brasil. Sin duda aquel arreglo de cabello dejó a todos con los crespos hechos, pero sirvió para sacarse la espina clavada en suelo francés.

Entre los propios teutones, Mario Gómez, jugador de la selección de Alemania, pero de origen español, juro que nunca cantara el himno nacional, ya que la primera vez que lo hizo, olvido una parte de la letra y ese día anotó un gol muy importante en su carrera. Desde esa fecha, no canta el himno, aunque ya se lo sabe, y aunque la mayoría de las veces no le va bien de cara al arco, su selección es la actual campeona defensora del titulo en Rusia 2018.

En esos rituales ocultos, por ejemplo, Sergio Goycoechea, el infranqueable arquero argentino en la instancia de los penales en 1990, aseguraba que orinaba en el centro del campo (con el concurso de sus compañeros que le hacían una barrera) antes de las tandas de los penales. Javier El Chicharito Hernandez, de México, quizá es un poco mas tradicional y solamente se arrodilla al borde del campo y reza por un buen partido, aunque no siempre Dios le este prestando atención, sobre todo en octavos de final. Igual a el azteca, el director técnico italiano Giovanni Trapatonni suele rociar la cancha de futbol con agua bendita que le da su hermana que es monja en Roma, ciertamente la mejor localidad para apropiarse de una buena agua santificada.

Cristiano Ronaldo, uno de los mejores futbolistas del mundo y delantero del Real Madrid, siempre es el último en saltar al terreno de juego, manía que comparte con otro grande del futbol como Lionel Messi. Además, el portugués, admite que su pose para tirar los tiros libres es mas cábala que pinta y eso, sin duda, le ha traído mucha suerte y muchos títulos a su equipo.

Aunque ya retirado, dedicado a narrador y comentaristas, un grande del balompié suramericano, Ivan Zamorano, tuvo en una oportunidad una lesión en la mano derecha y salió a jugar con una venda. En ese juego, el chileno, que también militó en el Real Madrid, marcó tres goles y desde aquel choque siempre salía al campo con una venda en su mano derecha, aunque no siempre conseguía los tres goles.

Iker casilla, arquero del Porto y de la selección de España, recorta sus camisetas, da la vuelta a sus medias y siempre entra al campo con la pierna izquierda, la cual utiliza además para trazar una linea desde el punto de penal hasta la linea de gol y una vez ahí, brinca y toca el travesaño con su mano izquierda. Otro arquero, Pepe Reina, suele siempre poner gasolina antes de ir a los juegos y estaciona su carro en el mismo puesto.

El croata Ivan Rakitic va a necesitar mas que suerte ante Nigeria, Islandia y Argentina, pero siempre suele ponerse primero la venda, la media y el zapato de su pie izquierdo y entra a la cancha con el pie derecho.

Hay otros rituales extraños. Andrei Arshavin, el ruso del Arsenal, tiene por práctica no hablar con su esposa el día anterior a cada partido, mientras que Jamie Vardy, del Leicester City, bebe media botella de cualquier bebida energizarte con una copa de porto la noche anterior al partido. O Adrian Mutu, el rumano que solía utilizar la ropa interior al revés para protegerse de los maleficios lanzados contra su carrera por una ex novia.

Cualquiera sea la estrategia en el campo, los jugadores parecen convencidos del poder de las fuerzas del universo para ayudarles a triunfar. No basta marcar goles, las fuerzas del más allá son parte del planteamiento táctico en este Mundial de Rusia 2018.

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