El discreto encanto de Juliette Pardau

De papá portugués y mamá gallega, esta nativa de Carayaca es la protagonista juvenil de la telenovela De todas maneras Rosa; también es la voz femenina de El Monstruo de la Mañana; y pronto se le verá como la heroína de la película Papita, Maní, Tostón. Cree en Anne Hathaway tanto como en Elba Escobar, y su discurso es “de mente abierta”

Por Pablo Blanco-Fotos: Francisco Fernández

En el pequeño mundo de la farándula local, las jóvenes actrices protagónicas despuntan, regularmente, debido a factores como: talento, asociado a la credibilidad de sus interpretaciones dramáticas; belleza, en este caso alejada del quirófano, genuina docilidad, y un carisma que lleva el humor a flor de piel. Ese puede ser el caso de Juliette Pardau, de 26 años de edad. Quizá su nombre todavía no es tan conocido (pese a sus más de 34.000 seguidores en Twitter), pero posee talento, carisma y -claramente- belleza. Muchos comenzaron a seguirla luego de que hiciese las veces de “Rosarito” personaje invidente de la telenovela Natalia del Mar de Venevisión. Y, seguramente, en lo sucesivo, puede llegar a ser tan reconocida como algunas heroínas televisivas venezolanas del nuevo milenio, entiéndase Marisa Román y Daniela Alvarado, por colocar dos buenos ejemplos de las que apenas cruzan la frontera de los 30.

Juliette, de ojos verde oliva, verbo lleno de referencias cinematográficas y un humor tan discreto como audaz, será Patricia Camacho, la protagonista juvenil (junto a Gabriel López) de la telenovela De todas maneras Rosa, original de Carlos Pérez, próxima a estrenarse a través de la señal del Canal de la Colina, en horario estelar y justamente con Marisa Román como protagonista principal junto a Ricardo Álamo. Además de este proyecto en la pantalla chica, Juliette —quien es novia del también actor Guillermo García, a quien se viera recientemente en el filme Azul y no tan Rosa- podrá ser vista, a finales de año, en la película Papita, Maní, Tostón, comedia romántica del emergente realizador Luis Carlos Hueck.

Quienes no conocen su rostro, a lo mejor están familiarizados con su voz, ya que Pardau comparte el micrófono del espacio radial El Monstruo de la Mañana, de 92.9 FM, junto a Tom Monasterios y Antonio Falco, haciéndole competencia a De Nuevo en la Mañana, el programa de Luis Chataing, el antiguo “monstruo”, a quien Juliette se refiere como un mentor excepcional luego de que trabajara junto a éste en La Mega 107.3FM.

De todas maneras, azul y no tan rosa

-En tu perfil en Twitter dice: “Actriz y locutora. Ya, sin adornos”. ¿Siempre quisiste ejercer las dos carreras?

-Mi mamá me cuenta que, desde que estaba pequeña, era de las que hacía a todos reunirse en la sala para que me vieran representar algún número casero. En una de esas me dio por jugar a la entrevistadora y mis padres, viendo mi interés en la materia, me regalaron un micrófono que pasó a ser mi juguete favorito.

-¿Qué tanto puedes adelantar sobre Patricia, tu personaje en De todas maneras, Rosa?

-Que es la única hembra en una familia de puros varones. Su papá le dice “machito”, por ser la menor y usando el diminutivo de Camacho, su apellido. No es masculina sino más bien resteada, de esas muchachas a las que nadie friega tan fácilmente. Además, es la vocalista de una banda de rock.

-¿En qué te pareces a ella?

– En lo terca. Me gusta tener la razón siempre y peleo por ella, cosa que me ha costado algunas situaciones difíciles.

-¿Cantas?

– Canté en coros colegiales, nunca como solista. Pero creo que tengo condiciones para hacerlo. Así que la idea del canto no está descartada en mi carrera.

-Te consideras una artista integral, entonces…

-Digamos que eso es lo que procuro. Por eso, paralelamente a mis estudios de Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela, tomé talleres de canto y actuación y aún después de graduada continúo preocupada por mi formación en mis dos oficios.

-Es decir, que eres adepta a estudiar…

-En este oficio es importante el aprendizaje constante. Aunque Johnny Depp, que es un actor maravilloso, diga que nunca ha hecho un curso de Actuación, yo creo más en artistas como Anne Hathaway, que tomó sus clases de baile en el Broadway Dance Center y luego recibió cinco años de canto lírico con un profesor de Hollywood y posteriormente ingresó a estudiar Actuación en la Juilliard School de Nueva York. La academia te da una disciplina particular.

-¿Qué te gusta cantar?

-Me identifico con la vocalista del dúo mexicano de pop Jesse & Joy. Y escucho todo el repertorio de Norah Jones y el de John Mayer. También soy fanática de los musicales.

-¿Cuál es tu favorito?

-La Novicia Rebelde. Quedé fascinada con lo que hizo Mariaca Semprún en la versión venezolana de ese espectáculo. Me hizo creer que no tienes que irte a Nueva York para ver un show de calidad. También me gustan los musicales en el cine; Chicago es mi predilecto y casi todos los domingos veo Mamma Mia!, sueño con tener el papel de Amanda Seyfried en esa película y me imagino interpretándolo junto a Elba Escobar en el rol de Meryl Streep…

-Volviendo a tu propia descripción en Twitter, ¿cómo es eso de que “no te gustan los adornos”?

Bueno, respeto a la gente que describe en Twitter como: “enamorada de la vida”, “actriz por vocación y convicción”… Pero cuando me se trata de mí, me gusta ser directa. Es duro, pero creo que es la mejor manera de ser.

-¿Eres así con tu novio, Guillermo García?

-En realidad, él es más directo que yo. Ha sido toda una escuela para mí. Tenemos dos años juntos, con períodos intermitentes.

-¿Cómo es eso?

-Bueno, que ha habido momentos en los que se ha roto el hilo constitucional, pues (risas). Nos hemos separado y volvemos. Pero a la hora de hacer el conteo uno suma la totalidad sin interrupciones (risas).

-Es de suponerse que son fan el uno del otro…

-Sí, nos apoyamos mutuamente; de hecho existe la posibilidad de que él se vaya pronto del país por un asunto de trabajo, y yo pienso apoyarlo en eso y bueno…

-Volverá la intermitencia…

-No sé. De eso no se habla. Es un denominador común para un actor el querer trabajar fuera de su país. Creo que muy pocos dirían que prefieren quedarse acá.

-Elba Escobar ha dicho que nunca buscó establecerse fuera del país…

-Bueno, Elba es Elba.

-¿Y cómo eres tú?

-Me encantaría llegar a Hollywood. Contemplo en un futuro ir a Los Ángeles a probar suerte. No necesariamente dentro de la industria, puede ser en una película independiente. Y tampoco tiene que ser obligatoriamente en Estados Unidos, sino dentro del cine latinoamericano. Uno ve producciones de otros países hermanos y piensa: “a nosotros nos falta tanto”.

-Por cierto, pronto se te verá en la película venezolana Papita, Maní, Tostón…

-Quieren estrenarla cercana al comienzo de la temporada venezolana 2013 de béisbol, entre agosto y octubre de este año. Es una comedia romántica. Mi papel es de Julissa, una chica dulce y soñadora a la cual se me hizo sencillo aproximarme como actriz, no porque yo sea necesariamente tierna sino por un asunto relacionado con mi fenotipo que es asociado a la ternura.

-De hecho, casi se te ve una aureola encima de la cabeza…

-Bueno, tampoco así (risas). El punto es que Julissa, es la hija del dueño del equipo Magallanes que se enamora de Andrés (Jean Pierre Agostini) un caraquista empedernido.

-¿Eres fanática de algún equipo?

-Antes de esta película, yo no sabía absolutamente nada de béisbol, eso fue lo difícil. Y así se lo hice saber al director Luis Carlos Hueck, quien agradeció mi honestidad al respecto. Pero eso es lo maravilloso de la actuación, que te da la oportunidad de aprender a partir de tu rol: hoy haces de fanática del béisbol, mañana eres bailarina, como Natalie Portman en El Cisne Negro… Te paseas por cualquier cantidad de roles.

-¿Harías de lesbiana?, por ejemplo…

-Sí. De hecho, pronto estará al aire un videoclip de los cantantes Keyen y Samy Hawk en el que hago el papel de una chica que se disputan dos hombres en una discoteca y que termina yéndose a casa con otra chica. El tema gay está muy en boga en las producciones de entretenimiento.

-¿Qué opinas tú de eso?

-Creo que es justo que se presente el tema de una manera distinta, como en la película Azul y no tan Rosa. Pero, como sociedad, todavía nos falta avanzar mucho en ese sentido. Hay quienes piensan que por tener siete amigos gay son muy “de avanzada”. Pero si le preguntas: “¿aceptarías que tu hijo fuese gay?”, te responden: “Ah, no, pero eso es otra cosa”.

-¿Tú aceptarías un hijo gay?

-Sí. Es un tema que he conversado con los amigos que tengo.

-Tus “siete amigos gay”…

-Exacto (risas). A casi todos les ha generado un gran sufrimiento familiar el expresar quiénes son sexualmente. Por ello, si en un futuro me toca un hijo gay, le preguntaría cuándo se dio cuenta de que lo era, pero sin juzgarlo y sin interrogar cosas fuera de lugar como: “entre ustedes ¿quién es el hombre y quién es la mujer?”.

-Hemos hablado de todo, menos de tu faceta de locutora. ¿Eres la “niña buena” de El Monstruo de la Mañana?

-No me gusta jugar a la “animadora-personaje”, como Kerly Ruiz, según lo que aclaró sobre su rol en La Bomba. Yo lo que hago es echarles broma a este par de ácidos con frases como “perdónenme por ser tan joven”, cuando hacen alguna referencia de la cual yo no tengo ni idea por un asunto generacional.

-¿Se meten mucho con la gente?

-Creo que mezclamos humor con lo que al final puede considerarse una crítica constructiva. Lo que pasa es que en este momento, estamos tan polarizados que la gente se ofende fácilmente. Pero yo dejaría el drama para las telenovelas. El venezolano suele reírse de sus propias desgracias. Lo que yo creo es que hay que ponernos serios el próximo 14 de abril a la hora de votar.

-¿Por quién vas a votar tú?

-Eso puedo decírtelo fácilmente.

-¿Por María Bolívar?

-Por supuesto, ¿por quién más? (risas).