sábado , septiembre 21 2024

Del amor y el deseo en los últimos tiempos

¿Existe aún el acto de cortejar y la galantería o siempre hay que apelar a tener una estrategia para llegar al objetivo deseado? Quizás la comedia teatral El Manual del Levante pueda darle algunas claves y pistas

Por Yubelitze Angarita Borges – @Yubelitze

Afirma José Ortega y Gasset en su libro Estudios sobre el amor, que en el enamoramiento se reconoce un estado inferior de espíritu, una especie de imbecilidad transitoria. Dicho por él: “Sin anquilosamiento de la mente, sin reducción de nuestro habitual mundo, no podríamos enamorarnos”.

Trasladándonos a la actualidad, pareciera que este asunto no ha cambiado y esa anulación mental aún sucede a pesar de la modernidad de los tiempos y de sus tecnologías, aunque es cierto que se da en menor grado cuando la conquista requiere una planificación para lograr el objetivo deseado. Ahora bien, surge la interrogante: ¿existe todavía el acto de la conquista?

“Desear algo es, en definitiva, tendencia a la posesión de ese algo; donde posesión significa, de una u otra manera, que el objeto entre en nuestra órbita y venga como a formar parte de nosotros. Por esta razón, el deseo muere automáticamente cuando se logra; fenece al satisfacerse. El amor, en cambio, es un eterno insatisfecho”. Así lo fundamenta nuevamente Ortega y Gasset cuando desarrolla la gravitación que ocurre en el amor hacia el objeto amado.

Triangular el objetivo final

“¿Es usted medio feo, casi gordo, semi pobre y a pesar de todo aspira a tener éxito en el amor? ¿No es usted tan feo, pero se le atrofia la lengua cada vez que intenta comunicarse con la portadora de ‘ese oscuro objeto del deseo’?”.

Así comienzan las sugerencias del Manual del Levante, una suerte de clase magistral al estilo de stand up con textos tomados del periodista Pedro Chacín, en una versión dirigida por Eduardo Fermín interpretada por los actores Rafael Romero, Adrián Delgado y Augusto Nitti, quienes ofrecen al público no solo pasar un rato ameno llevado con humor inteligente, sino además una serie de tips sobre el arte de la seducción en estos tiempos.

“Triangular el objetivo final”, recomiendan este trío de especialistas y catalogar muy bien a su víctima, para lo cual, las rutinas son necesarias en el objetivo de la conquista y más en el caso de los hombres, pues estos requieren de evaluar bien los pasos a seguir si desean tener éxito.

“Labia mata a galán”, también dicen por allí. El perfecto manejo de esta estrategia se presenta como un factor común en todos los tiempos si se hace una antología de la conquista y, definitivamente, una gran ventaja para quien domine este arte.

Bien lo ilustra Mario Benedetti en su poema, Táctica y Estrategia:

mi táctica es

hablarte

y escucharte

construir con palabras

un puente indestructible

(….)

Mi estrategia es

que un día cualquiera

no sé cómo

ni sé con qué pretexto

por fin me necesites.

Sobre la base de su experiencia el reconocido actor Rafael Romero opina: “Yo ahora veo pocos casos de hombres que cortejan a las mujeres, que se detienen en detalles caballerosos. De abrirle la puerta del carro, de facilitarle la silla cuando va a sentarse, por ejemplo, de dejarla pasar o abrirle la puerta para que pasen primero. Si van manejando poco dejan pasar a una mujer. Y más aún, siento que en estos tiempos la gente le tiene pánico al compromiso. Quizás hace cincuenta años atrás sí se enfocaba más el compromiso duradero, ahora no, porque hay un gran miedo a resultar herido en las relaciones. Entonces, muchas veces las personas buscan directamente un objetivo, el apareamiento, lo que llamamos ‘horizontalizar’ y satisfacer más la necesidad fisiológica”.

Y para concluir, en defensa del acto de cortejar, Romero subraya: “Siento que los seres humanos estamos perdiendo la manera de relacionarnos directamente, tal vez por la vida acelerada que llevamos y porque lamentablemente estamos viviendo en unos tiempos en los que el mundo está muy violento y el amor pareciera pasar a un segundo plano. A mí aún me cuesta mucho relacionarme por medio de máquinas, incluso, por teléfono. Me gusta más ver la cara de la dama, reconocer sus gestos. Por eso defiendo que la seducción bonita, la romántica no debe abandonarse nunca”.

Usted sabrá a cuál estereotipo pertenece. Y si tiene curiosidad vaya a ver el Manual del Levante, hasta marzo en la cartelera del Centro Cultural BOD, en La Castellana, Caracas.

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