Mariela Cellis

Conduce junto a Alex Goncalves el espacio Papelón con limón por La Mega, es voz de Max Prime, ha hecho teatro y televisión, tiene su propio Stand-up comedy (Una mujer acontecida), y estrenará próximamente el espacio Novatas en Canal i

“Para mí la radio es todo. Para nadie es un secreto que yo estudié nueve semestres de Bioanálisis en la Central, entré a trabajar en la radio y me enamoré tanto que nunca terminé la carrera. Yo podría trabajar de lunes a lunes sin parar porque me encanta, es mi medio natural, donde me siento cómoda. La mejor definición de la radio me la dio un psiquiatra: los locutores al aire soltamos todo lo que pensamos y la gente que nos escucha es como el psicólogo que analiza lo que dices. Se puede usar para todo.

Cuando me llamaron para comenzar a trabajar, arranqué el 7 de junio de 1997. Ese fue mi primer día al aire, me daba un mes y llevo 11 años. Entré por casualidad, me llamaron siendo estudiante, estaba súper asustada y no le avisé a nadie, fue como parte del destino.”

“El aire acondicionado de los estudios es muy frío. Un día me fui con un cuello tortuga y el aire estaba dañado, así que hice el programa en sostén y mis compañeros sin camisa. Teníamos a un invitado internacional, un publicista argentino que venía para unos Anda y lo entrevistamos así; el tipo no entendía nada, hasta nos tomamos fotos.”

“Puedes hablar de todo, teniendo cierta responsabilidad. La radio te permite entrevistar a mucha gente interesante, te mantiene al día con lo que está pasando. Lo malo es que muchas emisoras aceptan que gente que no está preparada tenga un espacio. Aunque este medio admite decir cualquier cosa, no todos tienen la capacidad de hablar con responsabilidad, con inteligencia, con cierto mensaje. Un trabajo conciente y con sentido.”

“Una vez dije al aire en El show de la gente bella ‘seguimos continuando’. Hoy todavía me echan broma con eso.”

“Cuando comencé en 92.9 viví una época que marcó pauta en la radio. Era participativa, alternativa, irreverente, nos dio la oportunidad de expresar o decir cosas que antes no se decían, hablar de forma muy coloquial, acabar con los locutores engolados, plásticos. Sin embargo, luego de eso como que la gente se pasó del limite, saltó de la irreverencia a lo vulgar, al chiste fácil. Creo que ahora es un buen momento, sobre todo en La Mega. Si bien es cierto que es una radio para gente joven, cada programa es como un mundo aparte, es una estación bien variopinta. Hace unos años la radio se había uniformado, todos estaban haciendo lo mismo, ‘vamos a ser ratas porque sí y malos porque sí’. Ahora La Mega logró reunir a un gran equipo, haciendo cosas distintas y sin ser igual a los demás. Hemos bajado los niveles de acidez -al menos en mi caso-, aquella irreverencia del comienzo; pero hemos ganados otras cosas, haciendo humor con inteligencia, no sólo para gente joven, sino para la gente que tiene 35 años o más.”

“El día del asesinato de los hermanos Faddoul fue una transmisión muy triste, al igual que la tragedia de La Guaira. En esa ocasión cambiamos la programación normal; estaba en 92.9 y la radio se volcó a ayudar a la gente. Fue difícil porque me tocó mucho; yo soy de allá, mis tías perdieron sus casas y se murió alguien allegado. Qué bueno es poder ayudar.”

“Hace como tres meses, por primera vez conocí a alguien mayor que Henrique Lazo. Llevamos el programa al creador de Nuestro Insólito Universo, Rafael Sylva. Fue maravilloso tenerlo allí, en el estudio, como por una hora, para mi fue un orgullo. Le pregunté en algún momento del programa por qué usaba la hebilla de la correa de lado y me dijo, no sé si en tono de broma o seriamente, que era la clave de una secta. Lo cierto es que me mandó un CD donde me decía que solamente yo podía escucharlo. Si le cuento a la gente lo que hay en ese CD, me cae una maldición… Lo mejor es que cuando lo escuché, me dio un ataque de risa… Y no puedo contarlo… La sorpresa fue muy grata.”