jueves , marzo 28 2024

Maira Prado

Esta licenciada en Fisioterapia es, además de locutora, consultora en Mercadeo y se autodefine como salsera. Después de haber sido una niña que “odiaba” la educación física, se encontró en la Universidad Central de Venezuela estudiando una carrera que en esencia representa el movimiento

Por Yesmin Sánchez

Luego de ejercer en consulta privada y pública por más de 10 años, ser docente universitario, tutora y jurado de tesis de grado, ponente de eventos científicos y amiga de sus pacientes, nació la necesidad de practicar el mensaje que comunicaba en todos los medios posibles: vivir el bienestar a través del movimiento. Actualmente comparte su tiempo con sus oyentes a través de 92.9 Fm y RCR 750 Am, escribe en el diario Líder en Deportes y es invitada de varias páginas web dedicadas a la rehabilitación y el ejercicio. En esta edición dedicada al fitness aprovechamos para consultarle cuándo fue la última vez que…

Hizo una locura

La Wikipedia aclara que locura es un comportamiento fuera de las normas sociales…. Lo que puedo compartir con el amable lector que nos dio su tiempo es mi dogma de vida. Una sola norma, hacer lo que me gusta. Esto para muchos, ¡suena bien loco! Pues estamos acostumbrados a acompasarnos con el ambiente, o el círculo social, gústenos o no. Para estar en paz y sonreír desde adentro me involucro de pies a cabeza solo en lo que disfruto, en lo que quiero descubrir, aprender, no importa que tan difícil o imposible le parezca a los demás. El resultado convierte a tu día en una jornada fuera de serie. Las historias, con detalle, ¡no las puedo contar!

Se enamoró

Me he enamorado varias veces… la última tiene varias formas. La primera, la forma infantil del amor que te acompaña y te “acepta” de manera irrestricta. La segunda, de la forma humana, que descubre sin asustarse los defectos del otro y ve tan grande las virtudes que puede llevar lo primero con respeto. La tercera, descubriéndome feliz y plena por los aciertos y triunfos de esa persona. Como la tercera es la vencida, ese amor retroalimenta el amor que me tengo a mí misma, fuente de todo lo que puedas dar en la vida. Sencillo: terminas enamorándote cada día de ti, tu cotidianidad, del otro, de los dos.

Comió un plato delicioso

Como siempre hago lo que me gusta ¡a diario tengo la oportunidad de comer algo divino! Para mí la mejor comida es la que te comes con gusto, solo o acompañado y en paz: sin el apúrate que vamos tarde o teniendo en mente la agenda que se quiere descuadrar a tu menor descuido. Hoy por ejemplo, fui feliz cuando tuve hambre a media mañana y me comí mis ricas uvas, lavadas en casa y empacadas en los potes de la merienda de mis hijos.

No necesitas el gran restaurante o chef para disfrutar lo que quieres comer. Sin embargo, ahorita soy fanática de una suprema de pollo con salsa nápole, vegetales y arroz que venden en un restaurant cerca de mi casa, cuando voy, siempre pido lo mismo. Si a comida casera nos referimos, lo más rico que he comido son unas croquetas de arroz, leche, azúcar y queso parmesano que hace mi tía Ilse, ¡nunca había comido algo así y estaba delicioso!

Lloró en el cine

No hace falta que vaya al cine… Haciendo radio en RCR me he descubierto ¡súper llorona! Si el invitado que me acompaña tiene una historia que me hace recordar un evento personal o me sensibiliza, ¡lloro! Y no lo puedo controlar, no me salen las palabras. Hubo un día que le hacía señas a mis compañeros para que dijeran los créditos del programa ¡porque yo no podía! Le doy gracias a dios, todos los días por regalarme experiencias de vida que me pongan de frente a mi lado humano. Por cierto, escribir estas líneas es parte de ello.

Rezó

A diario. Algunas noches rezo un Padre Nuestro, pero todas las noches… doy las gracias. Me siento bendecida por todo lo que me pasa, muchos amigos me dicen que todo lo veo bueno… ¡ah no llega hasta allí! También me molesto cuando no entiendo lo que sucede en mi vida, pero tengo claro que los reveses son un regalo de Dios para escoger otro camino, que muchas veces lo que hace falta es reconocer si por tu ego es que quieres tener el plan perfecto. Cuando me hago la pregunta ¿es lo que quiero en verdad? Si no resueno, desde adentro, es ego… así que es hora de pasar la página. Siempre, doy gracias. Nunca pido nada, día a día tengo el mejor regalo: la oportunidad de hacer, con honestidad y entusiasmo.

Leyó un libro

¡Leo varios textos a la vez! Si empezamos por libros, ahora estoy con Óscar Misle, “Lo que esconden los morrales” desde que soy madre leo mucho sobre bullying, crianza respetuosa, comunicación de pareja. Con mis hijos, voy por la segunda vuelta de “El Principito” (les gustó tanto que se los empecé a leer otra vez). En la web, a diario leo revistas indexadas sobre fisioterapia, medicina deportiva, fisiología del ejercicio y publicaciones sobre mercadeo digital, redes sociales, salud 2.0. Soy come libros.

Compró un CD

El último CD que compré fue para regalar: Carlos Vives. Escucho música por internet y la que me gusta… ¡es muy vieja! Soy súper salsera, las descargas más duras, ¡esas son las mías! La salsa la escucho, la investigo, la bailo. Desde hace algunos años bailo salsa puertorriqueña, ahora con el mejor grupo de mi vida, Proyección Latina, dirigida por Maximiliano Solórzano, un director que me apoyó desde el primer día para retomar mi pasión, el baile. ¿Qué hizo de especial? Maximiliano daba la clase con mi hijo de año y medio, cargado en brazos, gritándole al oído porque estaba celoso de verme bailar, mientras mi director le decía: “apoya a tu mamá, a ella le gusta bailar” Es que el baile y yo somos uno solo.

¿iPod? ¡Estoy por comprármelo! Me hace falta para correr. Corro 3 veces a la semana para tener más resistencia para bailar. El norte siempre es la salsa.

Tuvo ganas de salir corriendo

El encierro me da ganas de salir corriendo. Me molesta que no tengamos tanta seguridad en la calle como para ir a correr a las 10 pm si esa es la hora que tienes disponible, o para llegar a las 2 am a tu casa luego de una salida. Sueño con un país donde la inseguridad no sea uno de los problemas de primera línea y que a cualquier hora podamos ejercer el disfrute de nuestros espacios.

Quiso ser otra persona

¡Nunca! Ni de niña o adolescente cuando piensas que “ser otro” es una mejor oportunidad de vida que ser tú mismo. Ser distinto empieza por dentro, si hay algo que quiero mejorar lo hago desde esta versión, que siempre será la mejor en función a los resultados me ofrezca. Por ejemplo ahorita trabajo en tener una mejor forma física ¿por qué? Porque quiero bailar mejor. Esto no quiere decir que quiera tener el cuerpo como X o Y persona, quiero mejorar lo que soy, quiero que mis piernas sean más ágiles para coordinar con el tiempo de la música, quiero que mi abdomen sea más fuerte para poder girar con mi pareja sin perder el control de mi cuerpo, quiero tener más capacidad aeróbica para ser más resistente al esfuerzo de ensayar por horas… y quiero que mis movimientos sean potentes y precisos. Esto me va a cambiar el cuerpo, sí… pero no me importa la nueva forma (abdomen plano, músculos tonificados…etc.) me importa el uso. Me importa cómo me siento. Me importa enseñarme a mí misma y a mis hijos que lo mejor que puedes hacer es valorar cómo te sientes y emprender los cambios necesarios, desde tu propia óptica.

Tuvo miedo

La inseguridad me da miedo. Un día en la guardería de mis hijos me alertaron “están robando a las mamás al bajarse de sus carros frente a la guardería” eso disparó mis alarmas y toda la semana, actuaba como una loca con mis hijos, literalmente arrastrándolos para meterlos con prisa al carro, y ellos, confundidos. Me da miedo la lotería de país en que vivimos, que te obliga a concentrar tu atención y alerta en “potenciales agresores” Me da miedo dejar de decir buenos días porque sea preferible caminar más rápido y hacerse el sordo, a voltear para ver a quien tienes al lado.

Lloró de alegría

Cuando nacieron mis dos hijos. Lloraba de alegría al entrar al quirófano y cuando me dijeron “ya nació, míralo” lo escribo y vuelvo a llorar. Ellos, todos los días me dan la oportunidad de ser mejor persona.

Hizo una apuesta

¡Siempre que juego dominó con mi familia! ¡Soy mala! Si, lo sé, casi todos me ganan, (risas). Pero me encanta retarlos. Me gustan los juegos donde participa toda la familia. La mía, es súper bochinchera.

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