viernes , marzo 29 2024

Ismael Cala: soy un comunicador

Con una vocación incuestionable. Defensor de la ética. Laureado por su profesionalismo y entrega en el periodismo internacional. Escritor por excelencia. Carismático y productivo. Fiel ejemplo de superación. En los últimos años se ha consolidado como embajador del emprendimiento y mentor de la motivación

Por Elizabeth M. Gutiérrez G. – Fotos cortesía Cala Enterprises

De raíces cubanas, ojos chispeantes, sonrisa simpática, cabello crespo y piel morena. Descubrió su talento cuando era un niño. A los ocho años comenzó a recorrer el camino que más tarde lo convirtió en uno de los íconos más respetados y admirados en su oficio. Su educación transcurrió entre Cuba -donde estudió Historia del Arte en la Universidad de Oriente- y Toronto -graduado en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad de York-.

En su currículo refleja la experiencia de más de 20 años en medios de Cuba, Canadá, Estados Unidos y México. Demostró aptitud como presentador y productor de radio y televisión. Durante el último lustro fue el anfitrión de la hora estelar en la cadena de CNN en Español con su programa “Cala”, bajo su renombrada premisa El secreto del buen hablar, es saber escuchar, donde sin duda, dejó una huella imborrable por su estilo auténtico en el momento de entrevistar. Ganador del Premio Somos al Mejor Comunicador del Año 2003 en Toronto. Fue reconocido como una de las personalidades más influyentes en 2016 por la revista People en español. Más adelante, el diario The New York Time lo distinguió como el “Larry King Latino”.

La comunicación es su estandarte. Autor de reconocidos bestsellers como El poder de escuchar, Un buen hijo de P…, El secreto del bambú, La vida es una piñata y El analfabeto emocional. Su más reciente publicación es Despierta con Cala. Paralelamente, desarrolla una carrera importante en el mundo del liderazgo e inteligencia emocional. Resalta como conferencista internacional. Actualmente, es presidente de Cala Enterprises Corporation y de la Fundación Ismael Cala.

Viajero sin tregua. Visitó destinos de América Latina, Estados Unidos y Canadá en los últimos años. Asimismo, estuvo a cargo de eventos en Costa Rica, la Riviera Maya, India, Japón, Tierra Santa, Panamá y otros países donde su mensaje inspiró a multitudes.

Sala de espera se viste de gala para presentar a Ismael Cala, un caballero de léxico fino, con ímpetu de liderazgo que tiene su propósito de vida bien definido. Ha labrado una trayectoria importante gracias a su esfuerzo y dedicación. Con astucia y perseverancia transformó los miedos en sus mejores aliados para cultivar el éxito. Disfruta su trabajo más que nunca y lo comparte con el regocijo de quien ama lo que hace. Confiesa que su deseo es alcanzar la cúspide de los 137 años y nos habla de sus nuevos proyectos creativos.

—¿Por qué La vida es una piñata?

—El título de ese libro es una metáfora para explicar la actitud que podemos tomar ante la vida. Podemos optar por ser como una piñata, llena de cosas que terceras personas han puesto dentro de nosotros, a merced de los golpes o palazos que nos dan y adornada de muchos colores y retazos que tampoco controlamos. Esa manera de ver la vida es claramente el rol de víctima y de poca gestión de nuestras capacidades. Pero es increíble la cantidad de personas que viven así. En ese libro, tuve la oportunidad de recibir cartas y reflexiones de personas alrededor del mundo que se sintieron motivadas a contarnos sus experiencias con las piñatas en su infancia, algunas graciosas, otras nada gratas, y fue una forma de honrar esos recuerdos que nos marcan pero que también nos enseñan cómo podemos hacer frente a los retos de la vida.

—¿Qué es lo mejor de ser Un buen hijo de P…?

—En este libro quisimos ser disruptivos desde el título y crear polémica. Cuando hicimos el lanzamiento, por las redes sociales me escribían todo tipo de comentarios, ya que completaban la frase con una connotación negativa que no estaba en nosotros al momento de escribir el libro. Luego, cuando develamos en las entrevistas que la inicial “P” venía de Pasión, Paciencia y Perseverancia, el impacto fue grande porque hablaba más de nosotros y nuestros prejuicios o pensamientos automáticos que de la polémica por el título. Ahora se ha posicionado la tendencia a decir que somos unos orgullosos hijos de P… Pasión, Paciencia y Perseverancia, como tres valores imprescindibles para romper paradigmas que a veces nos limitan nuestro crecimiento. Lo mejor de ser Un bueno hijo de P… es que tenemos la pasión que nos impulsa, la paciencia que nos evita las imprudencias y la perseverancia que nos brinda fortaleza para seguir adelante, a pesar, incluso, de aparentes fracasos.

—¿Por qué escogiste la frase “el secreto del buen hablar, es saber escuchar” como tu lema predilecto?

—Cuando tuve la oportunidad de liderar el programa “Cala”, en CNN en Español, sabía que quería posicionarme con un estilo de presentador que permite a sus entrevistados contar su historia, pues a fin de cuentas ellos eran los protagonistas, no yo. Entonces, para lograrlo, era vital entender que en el proceso de comunicación, la escucha activa es la forma a través de la cual podemos aprender más de los demás y enriquecernos. Tal y como dice Larry King: “nunca he aprendido nada cuando he sido yo el que ha estado hablando”. En el libro El poder de escuchar planteo la tesis de que el arte de escuchar debería ser elevado a la categoría de las bellas artes porque es tan enriquecedor como complejo. Implica callar nuestra voz interior (que nunca para, aunque estemos en silencio) y volcar toda nuestra atención a los sentimientos, historias y reflexiones de quien habla, y eso es una técnica sumamente difícil porque cuando estás en televisión, es fácil caer en la trampa de hacer una pregunta y desconectar tu mente para concentrarte en cualquier otra cosa, como la próxima pregunta que vas a hacer o preocuparte por cómo te ves. Cuando te haces consciente y presente en el aquí y en el ahora, te das cuenta de que habías estado dormido y que no hay momento ni persona más importante que tu interlocutor y lo que está diciendo.

—Despierta con Cala es tu más reciente publicación. ¿Cuál es el mensaje que deseas transmitir?

—Quisimos hacer una guía práctica de los pasos a seguir para equilibrar las diferentes esferas de nuestras vidas, según su importancia. El principal mensaje que queremos con el libro es entender que no importa lo exitoso que seas en el trabajo o lo espiritual que logres ser, o lo bella y funcional que sea tu familia, o la salud perfecta que tengas, si no tienes un equilibrio entre todas esas facetas de tu Ser, no podrás decir que estás completo. Pero una cosa es decretarlo y otra muy distinta es tener la disciplina y las acciones concretas para lograrlo. Eso es lo que encontrarán en el libro.

—¿Cuál es el propósito de Cala Speaking Academy?

—Desde siempre, en cada conferencia, taller o encuentro que he tenido contacto directo con el público me han pedido que les cuente cómo logré desarrollar mis habilidades como comunicador, hablar fluido y sobre todo conectar con la audiencia. Entonces, a finales de 2017 decidimos reservar varias fechas en 2018 para comenzar una academia de oratoria que permitiera a los ejecutivos, profesionales de cualquier área y en general, personas interesadas en mejorar su nivel de impacto en la comunicación oral, que pudieran venir a la ciudad de Miami para tres días intensivos de entrenamiento conmigo.

—¿Cuál ha sido tu experiencia con Cala Speaking Academy?

—La receptividad ha sido tal, que luego de la primera convocatoria, que fue en marzo, tenemos totalmente agotada la de finales de mayo y abrimos dos fechas más (agosto y octubre) para seguir en ese camino de formación. Como suele pasar, aunque tengo la responsabilidad de ser el facilitador de esta academia, he terminado gratamente sorprendido e impactado por el nivel de profundidad, pasión y ganas de mejorar del grupo que he llamado los pioneros de Cala Speaking Academy y ya estoy ansioso por recibir al segundo grupo que de seguro tendrá excelentes resultados.

—¿Cómo se define un líder?

—Son muchas las características que definen a un líder. Tantas que necesitaríamos varias páginas de Sala de espera para poder cubrirlas todas. Sin embargo, a manera de resumen, yo diría que un líder es una persona apasionada, comprometida, creativa, con suficiente autoconfianza, proactivo, transparente, con una muy buena gestión de inteligencia emocional, capaz de influir positivamente en quienes lo rodean, con la habilidad para coordinar equipos, con una clara visión de futuro pero sobre todo con una gran dosis de resiliencia, esto es, capaz de sobreponerse a las circunstancias adversas y salir fortalecido.

—¿Cuáles son las claves que definen a un líder hoy en día?

—Además de lo anterior, hoy en día es necesario tener la capacidad como líder de enfrentar al mundo VUCA, que proviene de las siglas Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo, en paralelo al hecho de que vivimos tiempos de crecimiento exponencial. Esto significa que el tiempo que demora un producto en llegar a millones de personas se ha reducido a su mínima expresión ya que estamos en un mundo globalizado y acelerado, y el líder debe adaptarse a esta nueva realidad para poder ser efectivo. Debe desarrollar más que nunca la capacidad de adaptación, de ser como el bambú, con raíces firmes (principios) pero muy colaborativo, entender que forma parte de un todo y sobre todo muchísima flexibilidad y habilidad para desaprender y aprender las nuevas competencias que le hagan falta.

—Tu nombre es una marca. Eres un líder independiente, dueño de tu mundo profesional. ¿Cómo generaste este plan de acción para hacer de tu liderazgo tu propio negocio?

—No fue fácil porque decidí dar lo que llamo ese “salto al vacío” en el momento de mayor éxito de mi carrera en televisión. Lo que sucedió es que me sentía llamado por un propósito de vida y era el de conectar, persona a persona, a través de conferencias, viajes con propósito y capacitaciones para generar un verdadero despertar de conciencia en la mayor cantidad de personas. Y creo que lo he logrado, en estos dos años fuera de la televisión he podido compartir con más de 300 empresas, más de 5 mil personas y esta es una actividad que te deja una satisfacción inmensa por el nivel de interacción con otros seres humanos preocupados como tú en ser mejores personas.

—Estuviste frente a las cámaras durante muchos años. ¿Extrañas la televisión? ¿En algún momento le gustaría volver?

—Decir que no extraño la televisión sería deshonesto conmigo mismo. Cuando te has dedicado por más de cinco años a una rutina de entrevistas y estar en pantalla por supuesto que se extraña y se anhela volver. No lo descarto porque la vida es una infinita sucesión de cordilleras y aunque hoy estoy en otra montaña, con el tiempo he aprendido que nunca debemos decir nunca porque la vida se encarga de sorprenderte.

—Comunicador, presentador de radio y televisión, escritor, emprendedor, motivador… ¿qué sueño te falta por cumplir profesionalmente?

—Siempre me ha interesado incursionar en el cine como productor y documentalista. De hecho, uno de mis sueños al escribir Secretos del bambú y Un buen hijo de P… es ver estas dos obras en la pantalla grande. Se trata de libros de ficción y me encantaría prepararme en el futuro como documentalista y hacer cine porque es una manera de comunicarse. Soy un comunicador y exploraré todas las vías que pueda usar para transmitir un mensaje. Otro sueño es regresar a la televisión con un programa en un formato en el que yo pueda interactuar con el público en vivo, donde pueda tratar temas al estilo talk show con coaching y con variedades. Un programa que me dé la oportunidad de desplegar todo lo que he aprendido en los últimos años en materia de mindfulness, liderazgo, programación neurolingüística, inteligencia emocional y psicología positiva.

—¿Te dejas seducir por el ego?

—Ese es uno de los más grandes retos que toca encarar cuando llegas a tantas personas y en una época como la actual de redes sociales, gurús e influencers. Es muy fácil caer en el peligroso juego del ego y todas sus implicaciones. Lo que hago es que, cuando siento que me estoy dejando seducir por él, vuelvo a mi propósito de vida y el por qué decidí hacer lo que hago y esa es una brújula que me orienta, me enfoca y me centra en la verdadera razón de ser de todo. Tiene mucho que ver con estar presente y consciente del aquí y el ahora porque cuando estás viviendo un día a la vez y conectado con tu corazón, el ego no consigue el oxígeno que necesita para sabotearte y se mantiene a raya.

—¿Te consideras un guía espiritual?

—Para nada. Yo siempre digo que apenas soy un aprendiz del universo espiritual que es tan amplio y especializado como quieres que sea. En la medida en que más estudio sobre esto, más amplio es y más me doy cuenta de lo neófito que soy en una gran cantidad de temas. Lo que siempre trato es “aterrizar” esos conceptos e ideas espirituales a través de metáforas o aplicaciones prácticas, que las pueda entender una mayor cantidad de personas ya que son más las características que nos acercan que las que nos diferencian. Todo lo que propongo en las conferencias es porque las he aplicado y practico en mi vida y me han dado resultado. Habrá algunas de esas recomendaciones que resonarán más con algunas personas, otras no tanto, pero todas parten de una vivencia o testimonio de vida y creo que por eso gustan tanto.

—Tienes un ritmo de vida muy dinámico: viajes, retiros, conferencias, entre otras actividades. Entonces, ¿en qué momento descansas?

—Fíjate que ese es otro de mis grandes retos actuales. Efectivamente, aplicando la Ley de Pareto a mi distribución del tiempo, dedico el 80% de mi tiempo y recursos al crecimiento, el aprendizaje, a actividades que me dejen algo positivo en mi camino de despertar de conciencia. Entonces, los viajes, las conferencias y todas las actividades que realizo, entran perfectamente en ese porcentaje mayoritario. Con lo que más me cuesta lidiar es poder dedicar con la misma disciplina, ese otro 20% de relax, descanso o entretenimiento. Sucede que disfruto tanto llevar adelante mi propósito de vida que no siento que esté trabajando y entonces luego me cuesta desconectarme para descansar, pero ahí voy, haciendo el esfuerzo y mejorando día a día.

—Has sufrido episodios trágicos. ¿De qué manera los transformaste en una historia de éxito para inspirar a otros?

—Siempre digo que, desde hace muchos años, he aplicado la resiliencia para entender el para qué de toda mi historia de vida. Los antecedentes familiares de esquizofrenia, el hecho de que mi papá a muy temprana edad perdiera un brazo, mi salida de Cuba, fueron circunstancias que pudiéramos calificar como pequeñas tragedias, pero he aprendido que en realidad, cuando miras el cuadro completo, no son más que puntos que terminan uniéndose para el bien mayor. No es fácil llegar a ese nivel de consciencia porque como humanos nos vemos invadidos de sentimientos de reproche, culpa y resentimiento, pero una vez que pasas ese umbral y ves con claridad que todo tiene un “para qué” que eventualmente se revela, estás más tranquilo y en paz sabiendo que esas adversidades no son eternas, que pasarán y que detrás de todo eso hay un bien mayor para ti y para quienes te rodean.

—¿Cómo te ves en unos años?

—Siempre digo que voy a vivir 137 años como mi tocayo bíblico, así que como comprenderás, me visualizo sano y con la vitalidad necesaria para cumplir con ese decreto. Lo importante es vivir los años que me restan alineados con mi propósito, al máximo disfrute y sobre todo con conciencia plena.

—¿Qué proyectos te quedan por concretar en este 2018?

—Además de mi gira mundial de conferencias que lleva por nombre El negocio de ser tú y mis programas corporativos en empresas, tengo dos proyectos en marcha para la segunda mitad de 2018. Uno son dos nuevas convocatorias de Cala Speaking Academy (agosto y octubre) y la otra es la primera edición de Escuela de Emociones, que será en septiembre y donde estaré acompañado de expertos en este tema tan importante para nuestra vida. Además, tenemos abierta la convocatoria para los viajes inspiracionales a Bali (Indonesia) y la Riviera Maya (México).

Respuestas rápidas:

Una prenda infalible: mi celular

Un placer culposo: los postres.

Un talento oculto: la actuación. Me encantaría actuar en series

Su peor temor: hacer daño a alguien sin darme cuenta

Una virtud: digo lo que pienso

Un libro: Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz

Un país: el mundo entero

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