Revista Sala de Espera Venezuela Revista Sala de Espera, Edición Venezuela
Texto y Fotografía: Vanessa Rolfini
Uruguay es famoso por muchos motivos: el fútbol, el Tannat, Benedetti, Artigas, la murga y el Río de la Plata, pero también lo es por la parrilla. Una notoriedad bien ganada que en Venezuela se puede comprobar en el Centro Uruguayo Venezolano, donde funciona desde hace dos décadas el restaurant La Carreta.
Abierto todos los días, no se necesita membrecía para disfrutar de la rica gastronomía que ofrecen. El lugar es amplio, sin grandes adornos más allá de banderas, algunas pinturas y afiches de personajes uruguayos famosos, la promoción de las actividades culturales de esta asociación y una pista de baile para las noches de tango. En el día es algo calurosa, pero su proximidad al Ávila ayuda a que circule una brisa fresca siempre bienvenida.
La carta es relativamente sencilla, básicamente ofrecen algunos entremeses entre los que destacan el Matambre (suerte de fiambre elaborado con carne, vegetales y huevo que se come frío), la provoleta, la pascualina (pastel de acelgas, espinacas y huevo) y el chorizo al vino blanco.
También se pueden ordenar pastas y ñoquis donde resalta la salsa de Tuco, a base de carne y tomate que amerita una larga cocción, tal como la preparan en el país sureño.
Atizando el fuego
Pero el alma de La Carreta está en la parrilla, preparada por Oscar Miranda “El Pelao” y Sabino Branccecio “Polo”, dos uruguayos que día a día cuecen al calor de la leña morcillas, chorizos, asados de tira de cerdo y de res, vacíos, entrañas, solomos, choripanes, bifes de chorizo y las Pamplonas, una jugosa y gustosa pechuga de pollo rellena de jamón, mozzarella y queso.
Resulta imposible estar sentado y no sucumbir al olor de la parrilla, que viene acompañada con yuca (un claro aporte criollo), papas fritas y el chimichurri, especie de mojito que se puede comer sólo con pan. El lugar es agradable, las bebidas frías, la atención correcta, las raciones abundantes, gustosas y nada costosas.
Marcos Tassino, gerente del club, asegura que 85% de la clientela está conformada por venezolanos, que van a disfrutar una parrilla de calidad a precios más que justos. Por supuesto, se topará con muchos miembros de la comunidad uruguaya en el país, que de cierta manera avalan la calidad del lugar y la autenticidad de la propuesta gastronómica.
“Nos hemos convertido en un punto de referencia gastronómica por la calidad de la carne que llevamos a la parrilla”, afirma Tassino, quien narra con exactitud las peripecias para ofrecer los cortes de carne de la mejor calidad, además del acento que le colocan al servicio y al resto de los platillos que salen de la cocina.
Dirección: Av. Aristides Calvani, No. 14. Los Chorros. Se sube por la calle del Canal 8, todo el tiempo en línea recta hacia arriba, hasta toparse a mano izquierda con un vivero. Justo al frente queda el Centro Uruguayo Venezolano.
Teléfono: 0212 2430317.
Noches de Milonga
Parejas elegantemente vestidas se mueven sobre la pista de baile al ritmo del tango, lucen trajes que brillan a la luz, con los zapatos idóneos con la actitud desafiante y placentera. Parejas perfectamente coordinadas hacen alarde de la destreza que amerita este baile. Siempre hay uno que otra pareja que se anima, en eso la edad no es importante. Todos pueden participar, incluso los aprendices que horas antes asistieron a clases.
Todos los miércoles y sábados, a partir de las 8:30 pm, se abre un espacio para el tango en La Carreta. Es tan importante esta actividad que, en medio del restaurant, se encuentra la pista de baile perfectamente pulida.
Para quienes desean aprender, dictan talleres cuya duración aproximada es de dos meses. Se pueden tomar los miércoles a partir de las 7:00 pm o los sábados a las 2:00 pm. El costo mensual es de Bs.F 130.
Para mayor información, puede contactar al restaurant.
