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Claudia Gómez El canto de Medellín al mundo

“La voz y la música de Claudia Gómez tienen un encanto asordinado, como de día gris, de atardecer lluvioso o noche tranquila”. Así lo escribió el periodista colombiano Daniel Samper Pizano. Y no se equivoca. La cantautora antioqueña grabó recientemente un disco con el grupo venezolano Caracas Sincrónica

Por Ángel Ricardo Gómez

El jazz surge en New Orleans hacia 1900. Treinta años le toma hacerse popular en Estados Unidos y su internacionalización ocurre, quizás, una década después. Sin embargo, en la Medellín de 1920 ya había un grupo de músicos alimentándose de las propuestas de Benny Goodman y Glenn Miller, entre otros. Uno de estos artistas fue Enrique Suárez Duque, flautista que inicia la Jazz Band Nicolás, pionera del género en la ciudad.

Ángela Suárez, una de las hijas del flautista, quiso dedicarse a la música también, pero su padre se lo impidió. No tuvo Enrique Suárez una buena vida económica con el arte y se vio obligado a dejarlo para convertirse en hombre de negocios. De allí su negativa. No obstante, la joven fue perseverante y de adulta llegó a grabar ocho discos como cantante de boleros y otros géneros populares.

La tercera generación tendría más éxito: Claudia Gómez, hija de Ángela, es una de las voces más importantes de la música colombiana en la actualidad. Ese lugar se lo ha ganado a pulso, lejos de los medios de comunicación masivos o las grandes trasnacionales de la industria del disco.

La cantautora antioqueña estuvo por primera vez en Venezuela para grabar una producción con el grupo Caracas Sincrónica, cuyo lanzamiento está previsto para noviembre, cuando probablemente regrese.

Con la voz en una maleta

Paul Whiteman, Guy Lombardo y Paul Weston podían sonar junto a Pedro Vargas, Agustín Lara y Toña la Negra, sin excluir a Néstor Chayres, Dámaso Pérez Prado y Leo Marini. La casa de Claudia Gómez, en Medellín, era música las 24 horas del día.

Por esta razón, no resultó extraño que la chica comenzara a tocar guitarra a los 14 años y a los 18 saliera de gira nacional con el cuarteto Ellas. “Soy una persona a la que le gusta viajar, me gusta llevar la música a distintos públicos”, dice… Y así lo hizo.

A finales de los setenta se va a trabajar a Londres con su hermano, donde tocó y cantó en locales nocturnos. “Yo aprecié la música colombiana estando en Londres. Cantaba en inglés, no en español, hasta que un día me pregunté: ¿dónde están mis raíces? Entonces fui a buscarlas”, recuerda la cantautora.

De 1978 a 1983, Claudia regresa a su patria y se “reconcilia” con el currulao, el merengue y la puya, géneros tradicionales de Colombia que comienza a registrar en una pequeña grabadora de mano. “En los setenta y ochenta ocurría en Colombia que la música folklórica no era importante, era una cosa de los viejitos, de los campos, de la costa… la gente en la ciudad no vivía el folklore. Entonces, desde los ochenta me puse a investigar y me llevé todo ese recorrido por Colombia en unos casetes”.

En 1983 la cantautora se estableció en San Francisco, California, donde vivió por 15 años. Allí obtuvo una Licenciatura en Música, de la Universidad de San José, pero también procesó aquellas grabaciones.

“Me llevé todo ese material grabado a Estados Unidos y allí comenzó la fusión. Yo sabía que no podía vivir de la música colombiana, pero sí podía enriquecerla con las influencias que tenía de los jazzistas, del bossa nova y de los colegas latinoamericanos, porque yo tocaba con chilenos, brasileños, venezolanos, cubanos…”. En efecto, Claudia Gómez se convierte en una figura referencial de la comunidad latina en San Francisco y luego trasciende las fronteras con giras internacionales.

Participa con su banda en los festivales de jazz más populares de Estados Unidos como el Russian River Jazz Festival, Jazz in the City y el Monterrey Jazz Festival, entre otros. Además, como parte del quinteto Crosspulse, recorrió numerosos escenarios de Norteamérica, Indonesia y América Central.

Entre 1998 y 2002, con Madrid como centro de operaciones, la cantautora tuvo conciertos en Portugal, Holanda, Francia e Inglaterra, además de recorrer una gran parte de España.

Abriendo la senda

Para Claudia Gómez, la música es un camino. “Yo he querido encontrar mi sentido de la vida a través de ésta. He recorrido muchísimos géneros: me dediqué al rock en los sesenta y setenta —me encantaba, porque ese fue un movimiento muy fuerte, era parte de la juventud—; luego, estuve en la cultura anglosajona, gracias a la cual me enriquecí con el jazz, y después experimenté con el folklore brasileño, el cubano, el latinoamericano… he cantado cumbias, bambucos, jazz y géneros suramericanos, sólo para ver qué color tienen en cada uno de esos géneros y así poder encontrar un centro, y creo que ya lo encontré. Majagua es uno de los trabajos que se concentran en mi estilo”, comenta la artista.

A Claudia Gómez no le interesa la masificación. “Mi música no tiene ese carácter masivo, no me he alineado con lo comercial porque no creo en eso. Creo que lo que yo hago es comercial, pero quien lo tome debe saber comercializarlo con mi sonido. Yo no voy a cambiar, ya no voy a cambiar”.

En el estudio

Claudia Canta Brasil (1989) se llama el primer disco que graba Claudia Gómez en Estados Unidos, centrado en su exploración de la música brasileña. En este álbum aparecen sus dos primeras composiciones: “Cumbianeo” y el bolero “Este Amor”.

En Salamandra (1992), continúa con la influencia brasileña. En este incluye su primera incursión en música colombiana, el canto de boga, “Oí Lando”.

Tierradentro (1996) contiene siete composiciones inéditas marcadas plenamente por la fusión de la música tradicional colombiana con géneros más universales. La revista Billboard valora incluso la incursión en la música afro-colombiana y suramericana que logra en este disco.

Durante su estadía en Madrid (1998-2002) edita Vivir Cantando (2000), acompañada de los mejores músicos latinos de la capital española.

Majagua —el más reciente disco, hasta ahora, de la cantautora antioqueña— fue catalogado por la revista Semana como una de las 10 mejores producciones musicales de Colombia en 2004. “Es una obra culminada en donde se mezclan talento, trabajo, folclor, innovación y cariño”, señala Sara Araujo Castro de El Espectador.

En 2007, Claudia Gómez rinde homenaje a su madre con un disco-libro que recopila lo mejor de Ángela Suárez.

Su página web es www.claudiagomez.com.

Para ver la nota original en la revista haga click.

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