Revista Sala de Espera Venezuela Revista Sala de Espera, Edición Venezuela
Por Hugo Castro
La India es un excelente ejemplo de la asimilación de lo antiguo y lo moderno, el pasado y el presente. Es un país que ofrece diversidad de atracciones turísticas realmente únicas. La Unesco ha declarado 21 lugares que se encuentran en este extenso país como Patrimonio Histórico de la Humanidad, de los cuales 16 son culturales y 5 naturales.
Quien escribe estas líneas tuvo la oportunidad de viajar recientemente a India y Nepal en un atractivo tour de 10 días. En la India, el recorrido comenzó con la visita al Triángulo Dorado, integrado por las ciudades de Delhi, Jaipur y Agra. Delhi es la segunda mayor metrópolis de la India y la octava en población en el mundo. Se divide en Old Delhi -la vieja ciudad habitada desde el siglo VI a.C.- y Nueva Delhi, que se comenzó a construir desde 1920 al sur de la vieja ciudad. Cuando la India obtuvo su independencia del dominio británico en 1947, fue declarada su capital y sede del gobierno.
Actualmente, Delhi es el centro cultural, político y comercial de la India. De los sitios turísticos con más visitas tenemos en primer lugar a Qutub Minar, la torre de ladrillo más alta del mundo con 72,5 metros, construida a partir del año 1199. Rodeada de otras estructuras antiguas y medievales, es el destino turístico más popular de Delhi.
Otros lugares para visitar son el Fuerte Rojo del Imperio Moghul; Jumma Masjid, la mezquita hinduista más grande del país; la belleza arquitectónica de la Tumba de Humayun y el Raj Ghat o Ghandi Memorial, en homenaje al gran Mahatma Ghandi, héroe en la lucha por la independencia de la India.
Son paradas obligadas La Puerta de la India y la extensa zona donde se encuentran el Palacio Presidencial, el Parlamento y los principales Ministerios, además de la visita a un Templo Sikh para apreciar su cultura. La ciudad ofrece una serie de museos, galerías de arte y la posibilidad de visitar los bulliciosos bazares, donde se podrán realizar convenientes compras.
Luego de 250 kilómetros llegamos a Jaipur, llamada también la Ciudad Rosa, debido al abundante uso de piedra de este color en sus construcciones. Los orígenes de esta ciudad se remontan al siglo XVI y aún conserva una bonita mezcla de antigüedad y modernidad.
Novedoso y muy interesante es llegar montado en elefante a la gran Fortaleza y Palacio de Amber, en un recorrido de aproximadamente 30 minutos de subida por los senderos que conducen a este gran fuerte y monumento histórico, donde se mezclan los estilos Mughal e hindúes.
Otro lugar es Jantar Mantar, un observatorio al aire libre donde se aprecian sus diferentes instrumentos astronómicos. El Hawa Mahal o Palacio de los Vientos es uno de los hitos de Jaipur. Su estructura consta de cinco plantas, construidas en piedra arenosa rosa con finos trabajos labrados en la piedra. Posee 953 nichos y ventanas. Fue construido en 1799 y era una estancia real destinada para palacio de mujeres. Otra visita es la del Palacio de la ciudad o Chandra Mahal, ubicado en el centro de la ciudad. Algunos de los maharajás llenaron el palacio con tesoros científicos y artísticos, por lo que ahora el palacio es un museo.
Un poco antes de llegar a Agra (aproximadamente a 200 kilómetros de Jaipur) se encuentra Fatehpur Sikri, la ciudad de la victoria, construida por el emperador Akbar, quien fue un gran y poderoso monarca cuyo imperio se extendió por muchos años. Akbar decidió levantar una ciudad magnífica para la época, que le llevó 13 años desde 1571 a 1584. Consta de varios edificios con estilos diferentes: unos con estilo islámico, otros con estilo hindú. Solamente el emperador Akbar y su imperio pudieron vivir en ese lugar durante ocho años. La falta de agua determinó que se retiraran de Fatehpur Sikri, que ahora es llamada también la ciudad abandonada.
Última parada: Agra
Los orígenes de esta ciudad se remontan al siglo XIV. Su punto álgido lo alcanzó entre 1556 y 1658, bajo el poder de los emperadores Akbar, Jehangir y Shah Jahan.
La mayoría de los monumentos construidos pertenece a este período, entre ellos el famoso y monumental Taj Mahal. Ordenado por el emperador Shah Jahan por amor y en memoria de su esposa, la reina Mumtaz Mahal, el monumento está hecho en mármol blanco y su construcción se realizó entre los años 1630 y 1652 bajo la dirección del arquitecto persa Ustad Isa. Se calcula que unas 20.000 personas entre obreros, carpinteros, artistas e ingenieros trabajaron durante esos 22 años para construir este gran complejo total de tumba, mezquita, jardines, entradas y fuentes. El Taj Mahal es un ejemplo de simetría y equilibrio en el diseño: una de las características de este mausoleo son las elegantes cúpulas.
Es realmente una obra única en su estilo, de la cual se dice que 60% de las personas que va a la India lo hace para visitar el Taj Mahal.
Estas ciudades que forman el llamado Triángulo Dorado ofrecen gran variedad de hoteles y palacios que son de gran lujo y de cinco estrellas, así como hoteles tradicionales y económicos que se adaptan a las diferentes posibilidades de los turistas que la visitan.
En estos tiempos turbulentos, la India es un oasis de paz, tranquilidad y completa relajación. El yoga se originó en la India hace miles de años y hoy se ha adaptado para que forme parte de la vida de la gente que desea mantenerse serena y alegre, en un ambiente propenso al estrés. Otra forma de la relajación es la meditación, razón por la cual la India se ha convertido en el destino espiritual del mundo.
Población: 1.147.995.898 habitantes (est. julio 2008) – 2° en el mundo.
Superficie: 3.287.590 km2 – 7° en el mundo.
Idioma: 22 lenguas oficiales, la más hablada es el hindi.
Forma de gobierno: República Parlamentaria.
Independencia: 15/08/1947.
Países Limítrofes: Pakistán (oeste), Nepal, China y Bhatán (noreste), Myanmar y Bangladesh (este).
Capital: Nueva Delhi.
Moneda: Rupia India.
Salida con vuelo de Lufthansa hacia Frankfurt, conexión hacia Delhi. Tiempo total del viaje, si se toma en cuenta la conexión y tránsito en Frankfurt: 21 horas.
