«Pan y Los Nadies», teatro reflexivo en escena a partir de este jueves

Por Verónica Albero.- El lúgubre escenario se extiende hasta el límite con los asientos del público. Al entrar a la sala impresiona el piso pintado de rojo sangre, sobre el que dibujaron en negro varias siluetas de cuerpos. Cada silueta representa a un cadáver, a algún «nadie» de los tantos que el viejo Pan -quien pudo ser exitoso e inmortal- ha tenido que enterrar desde su llegada a esa especie de purgatorio.

En el fondo la vista se torna borrosa por la neblina y el humo que huele a incienso. Allí se esconden tres «hadas» traviesas con un aspecto poco usual: Wendy y sus dos compañeras. Ellas se divierten con viejos juguetes tradicionales que ya nadie parece usar. De repente lanzan a un lado del piso los viejos juguetes, para probar una novedad: un armar de fuego. Enseguida comienzan a practicar tiros, hasta que su gusto por la experiencia no les permite hacer nada más que disparar sin césar, sin un blanco fijo. Aunque son «hadas» se apartan del ideal de las hadas de los cuentos, al usar oscuros atuendos y  presentar una actitud que parece querer atormentar.

Las tres «hadas» son las compañeras inseparables del viejo Pan. Ellas lo ayudan en todo, y su principal tarea es recordarle incansablemente la cuenta exacta de los días que lleva en ese oscuro, sangriento y mortífero lugar. También rememoran el cálculo de los cuerpos que él mismo ha llevado a cuestas, para luego enterrarlos en hoyos que ha cavado con sus propias manos.

Ya son más de 11 mil los días que ha estado Pan en “el jardín”. Así le llaman las hadas al sitio.

Han pasado tantos años desde que Pan llegó a ese inframundo deprimente y oscuro, que no puede soportar un día más allí. Lo que más lamenta es haber enterrado a tantos miles de seres que apenas empezaban a vivir y que ahora son «nadies» que engrosan las cifras de las estadísticas de muertes violentas.

Ese es el hilo de la historia de “Pan y Los Nadies”,  una coproducción venezolano-española de la Fundación Rajatabla y el grupo Fisión Escénica de Madrid, que además de usar entre sus datos nuestra propia realidad de país, fusionan la mítica historia de Peter Pan -el eterno niño- para sensibilizar y causar reflexión sobre un tema que se ha vuelto una especie de tabú, a pesar de ser parte del día a día.

A cargo del personaje principal está el actor Luis Domingo González. Lo acompañan las actrices Sandra Moncada, Adriana Bustamante, Jennifer Morales y Pepa Pedroche en la narración. Ellos cuentan con la dirección de Rennier Piñero. El texto es de la dramaturga española, Silvia Herreros de Tejada.

El montaje teatral estará en la Sala Rajatabla -ubicada entre la sede de Unearte y el Teatro Teresa Carreño de Caracas-, a partir de este jueves 4 de febrero. Las funciones serán de jueves a sábado a las 7:00 pm, los domingos a las 6:00 pm, hasta el 14 de febrero. Entradas a la venta en las taquillas del teatro por tan solo Bs. 200.

Luego de su temporada en Caracas, la pieza viajará a España a los festivales de teatro iberoamericano.