sábado , abril 20 2024

Gastronomía 2.0

Por Vanessa Rolfini/ @VRolfini

Una persona escribe en su Twitter: “Me encuentro en plaza Vzla, ¿dónde puedo almorzar barato y sabroso?”. En menos de cinco minutos recibe por lo menos cinco recomendaciones de lugares para todos los gustos. Hace un par de años, algo como esto era impensable. Pero desde la aparición de las redes sociales en internet o web 2.0, el panorama ha cambiado increíblemente, pues resulta una fuente de información casi ilimitada que se puede consultar desde el teléfono celular o una computadora portátil.

Twitter es un servicio gratuito de “miniblogging”; es decir, mensajes cortos no mayores a 140 letras, cuyos destinatarios son potencialmente incontables. Cada quien articula su red según sus intereses, siguiendo lo que escriben otros “twitteros” (con esta palabra se le señala al usuario que envía mensajes por esta plataforma) y, a su vez, esta persona cuenta con “seguidores” que leen lo que publica. Se pueden tratar todos los temas que pasen por la imaginación y las necesidades de los seres humanos. Sólo era cuestión de tiempo para que un mundo tan versátil como el de la gastronomía encontrara allí una nueva herramienta de promoción e interacción.

Basta con preguntar dónde encontrar un producto, qué comer, con qué bebida armonizar una comida o hacer mini encuestas acerca de qué marca de algún producto es mejor, para obtener alguna respuesta.

Algunos han ido más allá: publican semanalmente recetas en 140 caracteres, hacen recomendaciones sobre etiquetas, libros, programas de radio y televisión o enlaces de internet, se establecen discusiones informales, se hacen recomendaciones y comentarios in situ. Incluso, en diciembre de 2009 se realizó una cata de bebidas dirigida desde Argentina a un nutrido grupo de destinatarios esparcidos por Venezuela. En esa ocasión, se estableció una conexión e intercambio de ideas profuso, no ajeno a las críticas, que definitivamente mostró una nueva gama de posibilidades.

Inmediato y efímero

Gilberto Pagua es conocido en el Twitter como @antociano. Lleva un blog especializado en vinos que cuenta con un gran número de seguidores llamado La Casa de Antociano. Es especialista en informática, así que une dos de sus pasiones. “La mayor ventaja es la inmediatez. La respuesta es instantánea y toda la información se concentra en un sólo lugar, lo que también lleva a que para algunas cosas hay que navegar menos. La desventaja es lo efímero del mensaje, porque si nadie lo vio en el momento que lo publicaste, es como si nunca lo hubieses enviado. Allí nació y murió”.

Pagua define esta herramienta como “viral”, pues se esparce rápidamente -en especial si tienes un número importante de seguidores-. Pero, a su juicio, apenas se comienzan a ver las potencialidades que ofrece el sistema. “En días pasados estaba en el supermercado e hice una mini encuesta sobre unas marcas de pasta que no conocía. En minutos recibí no menos de una docena de respuestas aclarando mis dudas”.

Recetas en 140

Parece imposible resumir una receta en 140 caracteres, pero el chef larense Porfirio Garcés, conocido por todos como Pocho -y en Twitter como @pochogarces-, lo ha logrado con éxito. Por ejemplo: “Marinar camarones y curry, yerbabuena. Saltear con cilantro, cebolla. Tic de sal, pepper, olive, verter sobre pasta y voilà” o “Con malojillo y jengibre hice una infusión riquísima. La dejé atemperar y le puse mucho hielo, unas gotas de limón y miel! refrescante!”.

Cada semana, desde hace seis meses, publica una receta. “Desde el principio, a mucha gente le gustó. Otros me decían que era imposible que quedaran bien, entonces les dije que hicieran la prueba. Es increíble, hasta me envían fotos de cómo les quedan los platos”, afirma Garcés, desde los fogones del restaurant Clarabolla, en Barquisimeto.

“Al principio no tenía muy claro para qué servía Twitter, hasta que un día me pregunté para qué le podía ser útil a un cocinero y publiqué mi primera receta. Desde el primer momento fue un éxito; además, entre mis seguidores, hay una persona que tiene a su vez muchos seguidores y reenvió mi mensaje. De un día para otro empecé a recibir comentarios y preguntas”, asegura Garcés.

Ahora, el chef hace videos para la red donde elabora las recetas que le han merecido tantos seguidores. Así, demuestra que sí se pueden realizar bajo criterios de extrema simpleza, con procedimientos que no necesiten mayor explicación. Otros cocineros se han contagiado con esta buena idea y, a su manera, exploran usos de la web 2.0, como el caso de Sumito Estévez (@sumitoestevez).

Te sigo, me sigues

El Twitter ha resultado contagioso. Por cada nueva aplicación o uso que una persona le da, se multiplica por cientos de ideas nuevas. Posiblemente, no sustituirá la comunicación cara a cara, pero abre posibilidades de interacción que pueden llevarnos a cambios de hábitos importantes. Cada vez se leen con mayor frecuencia mensajes sobre lo buena o lo terrible que resulta la comida en un establecimiento y eso trae consecuencias, en especial si se trata de una persona con un número importante de seguidores.

Algunos “twitteros” gastronómicos en Venezuela que están publicando información constantemente: @kepen, @hoyquehay, @elgourmeturbano, @PANA_dero, @modulor, @elfogon, @vanessasommelier, @elproximojuego, @VictorMorenoC, @cocinayvino, @falugo, @suguiaculinaria, @tiempogourmet, @casabegourmet, @vinosparatodos, @enofiloslounge, @MayaSommelier, @gourmetlounge, @elgustoesmio, @realcaracas, @ivettefranci, @milsabores, @legourmentccs, @guayabaverde. Al seguir a una persona con un tema de su interés, ésta, a su vez, le contactará con otras. Así que buen provecho a los 2.0.

Revive la experiencia del impreso online!

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